La aceleración de las motos – 2

Volviendo al tema, recordemos que estábamos tratando de determinar por qué una moto acelera tanto en tan poco tiempo.
Ya vimos algo del momento de fuerza y relacionamos el torque o torsión del motor con el tamaño de las ruedas.
Sin embargo debemos saber que la relación entre torque y potencia no es sencilla y comparar potencias de motores similares en motos distintas tiene dificultades serias.

Analizando el fenómeno de la aceleración

Sin desmerecer la velocidad alcanzada en una moto, muchos testimonios de motoqueros de todas partes nos indican que lo verdaderamente disfrutable es la aceleración de sus máquinas, es uno de los placeres de la conducción de motos de gran potencia.
Incluso cuando hablamos de seguridad sobre las dos ruedas, vemos que es superior cuando vas rodando a altas velocidades y no cuando estás parado.
Hay otro principio físico que está en juego en este fenómeno y es el giroscópico, que se produce en las motos cuando las cubiertas giran sobre su eje.
El delicado equilibrio de la moto rodando se pierde al quedarse quieta, por eso debemos apoyar uno o los dos pies para no caernos cuando esto sucede.
La moto es un vehículo generalmente diseñado para despertar los sentidos de los conductores, pueden ser muy bonitas y modernas, pero la forma de que se gana velocidad sigue siendo una de las características más observadas por sus fanáticos.

La desaceleración o frenado en las motos

Consideramos que la aceleración de las motos debería ser tan importante como la desaceleración o frenado de las mismas.
Sin embargo los usuarios de motos no lo ven así ni por asomo.
Una moto lanzada a una velocidad de 100 kilómetros por hora (kmh) recorre desde unos 41 a 72 metros mientras se detiene por completo, dependiendo del modelo y de varios factores humanos.
Uno de ellos es el reflejo que tengamos entre el momento que vemos el peligro y el instante en que accionamos los frenos.

El segundo que demoramos entre estos dos conceptos se come 22 metros más de recorrido a la misma velocidad que traemos.
Otra fracción de recorrido, aunque un poco menor, se la llevan los propios frenos, porque desde que apretamos los comandos, se gana presión para acciona los pistones en la pinza de freno y se empieza a desacelerar la máquina recorremos unos 5 metros más.
Por eso decimos que vamos desde los 41 a 72 metros: 41 metros es la teoría de frenado de una máquina lanzada a 100 kmh y aproximadamente 30 metros más demoramos en decidirnos a frenar y poner el mecanismo en marcha.
Los manuales a veces tienen estas imprecisiones que nos llevan a cometer errores de apreciación.

Las bicicletas en el tránsito de la ciudad

Ya no quedan dudas que la bicicleta es el transporte mecanizado más ecológico de todos,  a la vez que su uso constituye un deporte muy saludable y duro, tanto a nivel profesional como aficionado.

Tampoco quedan dudas que una bicicleta en medio del tránsito de la ciudad aterra a muchos conductores, a la vez que consideran que representa un serio obstáculo para un tránsito fluido.

Hablamos de la inseguridad que la imagen de una bicicleta genera en sus propios usuarios y en muchos de los conductores de automóviles y camiones.

Obviamente que estos efectos no son deseados por los ciclistas y que el resto de los usuarios de las calles tenemos que aceptarlos y aprender a respetarnos los unos a los otros.

Una de las soluciones más efectivas y prácticas que se han experimentado es la creación de sendas exclusivas para circulación de bicicletas, llamadas ciclovías en muchos lugares, pero hasta que no se instalen por todos lados no hay más remedio que  aprender a convivir.

Características del tránsito en bicicleta

En general hay un apartado especial para el tránsito en bicicletas dentro del propio reglamento general de conducción.

Un ejemplo muy común es verlas circulando en filas de a dos y esto es debido a que es el único vehículo que lo tiene permitido.

Otra particularidad es que tenemos que considerar a un pelotón de bicicletas como un solo vehículo, no importa que largo sea, por lo que su adelantamiento no está permitido realizar en forma parcial.

Esta disposición nos indica que debemos elegir muy cuidadosamente la oportunidad para adelantarnos a un conjunto de bicicletas. La paciencia y la prudencia son puestas en estos casos a prueba en todos los conductores.

Un detalle importante es que nunca terminamos realmente de adelantarnos a una bicicleta, por la sencilla razón que cuando nosotros estamos detenidos en un semáforo o en un nudo del tránsito, la bicicleta que recién adelantamos nos pasa tranquilamente por el costado, volviendo a ponerse delante de nuestro camino y cuando retomamos la marcha debemos volver a encontrarnos una y otra vez detrás del mismo ciclista.

Esto no sucedería si el ciclista también estuviera obligado a respetar las filas de automóviles, pero ya sabemos como funcionan las cosas en las ciudades: los ciclistas argumentarían que su ritmo de marcha no debe interrumpirse por problemas que le son ajenos.

De todas formas, algo que ya hemos analizado en otros artículos, ganar unos pocos segundos en un adelantamiento arriesgado no justifica jamás correr el riesgo de hacerlo, menos cuando puede haber algunos actores del tránsito que están especialmente desprotegidos, como los ciclistas.

 

Algunas consideraciones sobre la conducción eficiente

Dentro de esta nueva técnica denominada Conducción Eficiente, se considera que los desplazamientos de los particulares deben ser analizados, concretamente para cuidar el medio ambiente. Por ejemplo, no se sugiere utilizar el coche para todos los desplazamientos, ya que en los pequeños trayectos se puede ir a pie.

De ser posible, se sugiere utilizar el transporte público en vez del coche particular. El transporte público precisa por viajero transportado 50 veces menos espacio y consume, obviamente, 15 veces menos energía.

En caso de que no pueda utilizar el transporte público para ir a su trabajo, comparta coche con más personas, con ello podría ahorrar más de mil litros de combustible por año por cada persona que transporte. Como también ya se sugirió antes, no circule con las ventanillas abiertas y utilice un sistema de ventilación ajeno al automóvil, utilice solo el aire acondicionado de vez en cuando.

Objetivos de la conducción eficiente

La Conducción Eficiente tiene por objetivo procurar la seguridad vial y al mismo tiempo, cuidar el medio ambiente, pues el transporte es la mayor fuente de emisión de CO2, gas que provoca el efecto invernadero y contribuye al cambio climático.

Globalmente, la conducción eficiente permitiría la reducción de la contaminación urbana y mejoraría la calidad del aire respirado, reduciría las emisiones de CO2, cumpliendo así con los acuerdos internacionales y el ahorro de energía a escala nacional modificaría la balanza de pagos y la reducción en cuanto a la dependencia del uso de gasolina, para algunos países implicaría la reducción en la adquisición de energías extranjeras.

Lo más importante es que las nuevas generaciones en América Latina y el Caribe, tengan la posibilidad de aprender esta nueva técnica en las escuelas, como ya se hace en algunos países de Europa como España y Bélgica, y que las escuelas de manejo procuren enriquecer sus cursos, no haciéndolos express sino tratar de que sean lo más completos posibles y se apeguen a las nuevas estrategias de conducción segura y eficiente.