Tecnologías de bajas emisiones para vehículos de alta gama

La unión de los esfuerzos de un laboratorio especializado en automovilismo y una universidad británica ha permitido desarrollar nuevas tecnologías en el campo de la automoción con escasas emisiones contaminantes. Los responsables son el laboratorio Drayson Racing y la Universidad de Aston, en Birmingham.

vehículos con bajas emisiones contaminantes

El propósito principal de estas dos importantes instituciones es la investigación relacionada con biocarburantes de segunda generación, que permitirán la creación de rodados de alta gama y complejas prestaciones, pero que al mismo tiempo generen una menor cantidad de emisiones de dióxido de carbono con respecto a los vehículos actuales.


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Toyota Prius T3 – La última generación

Durante los últimos 12 años, Toyota ha mejorado y actualizado su modelo Prius. Su apariencia externa ha sido diseñada de manera aerodinámica, para minimizar la resistencia del viento, sin embargo, el modelo se ve muy parecido a las anteriores.


El Toyota Prius T3 evoluciona en detalle

Sin embargo, y a pesar de esto, donde sí se nota la diferencia sobremanera, es en los detalles. Unos faros distintivos y una apariencia general más brillante y atractiva, le dan a Prius una presencia mucho más imponente que la de su eterno rival: Honda.Toyota Prius T3

Sus llantas son de aleación, de 17 pulgadas, y tus emisiones no superan los 89 g/km. En el interior encontrarás confort, con comandos digitales centrados, y una consola con centro rotatorio forma un puente entre el tablero y el túnel de transmisión.

Sus plásticos son de alta calidad y posee espacio para cinco personas, gracias al diseño del piso y de sus laterales. Si lo aceleras crudamente, observarás como su motor a combustible de 1.8 se enciende, siendo asistido por el motor eléctrico, pero no reemplazándolo. Las revoluciones se mantienen constantes a medida que aceleras.

 

Motor Eficiente para el Cuidado del Medio ambiente

Su confort al manejar, sumado a su baja exposición al ruido del motor, se condicen con la velocidad que permite obtener y la buena asimilación de baches.  Sin embargo, como desventaja, debemos notar que al frenar, se requiere presionar el pedal un poco más de lo normal. Aun así, el Prius, en las diferentes pruebas de manejo, ha registrado un sólido frenado en caminos.

Este automóvil se encuentra enfocado en las emisiones y la economía, emitiendo 89 g/km de CO2 y 48.7 mpg. Su costo ronda los EUR $3.000, con un motor de 4 cilindros, que alcanza las 62 mph en 10.4 segundos.

 

Las diferencias en la velocidad.

Este artículo contiene la primera de una serie de reflexiones acerca del tema de la velocidad en el manejo de automóviles.

Circulan en la red una innumerable cantidad de consejos y advertencias acerca de no superar los límites tolerados por cada país para la circulación de carreteras nacionales o regionales.

La diferencia entre conducir a 120 y 150 kmh

Hoy analizaremos la diferencia entre llevar una velocidad de 120 kilómetros en la hora (kmh) o hacerlo a 150 kmh, es decir, presionar el acelerador un poco más.

El primer hecho aparentemente innegable que sin embargo nosotros vamos a discutir y por lo menos ponerlo en sus justos términos,  es que todo aquél que quiere ir rápido es porque desea tardar menos tiempo en el viaje.

Sin embargo, los cálculos que el conductor apurado hace no siempre son correctos.
Es muy común oír que como voy a pasar de 120 a 150 kmh esto significa un aumento del 25 por ciento en la velocidad y entonces el tiempo de viaje necesariamente se reducirá también en un 25 por ciento Si tengo planificado un viaje de cuatro horas, aumentado la velocidad lo podré hacer en tres horas.

El tiempo del viaje

El razonamiento correcto es el siguiente: con una velocidad de  120kmh, se tardan exactamente 30 segundos en recorrer un kilómetro. Si llevamos una velocidad de 150 kmh  tardaremos 24 segundos en recorrerlo. Por lo tanto, en cualquier escuela del país nos dirán que el ahorro de tiempo entre ambas medidas es de seis segundos, o sea solamente una quinta parte.
No estamos ahorrando un 25 por ciento como pensábamos, solo ahorraremos un 20 por ciento del tiempo del viaje.

Siguiendo con este razonamiento, vemos que a razón de seis segundos por kilómetro obtenemos un ahorro de 10 minutos cada 100 kilómetros de recorrido.
Es totalmente cierto, es un ahorro, pero ahora debemos pensar en lo siguiente: ¿realmente vale la pena ganar sólo diez minutos cada cien kilómetros de viaje con el riesgo que significa hacerlo a una velocidad a 150 kmh?